Los Andes

Finanzas personales. Un set de herramientas para manejar el dinero

En un contexto de marcado deterioro económico, el manejo de las finanzas personales y familiares ha tomado una nueva dimensión.

La inflación y la incertidumbre económica figuran al tope de las preocupaciones de los argentinos en todos los sondeos, por la manera en la que impactan en los ingresos de los hogares y en los niveles de expectativa y de confianza.

Nuestros hábitos y la forma en la que tomamos decisiones frente al manejo del dinero atraviesan de punta a punta a todas las familias, sin importar el nivel de complejidad y en un entorno en el que la educación financiera gana cada vez más importancia.

Ese telón de fondo fue el que impulsó un nuevo panel del ciclo “Voces que suman”, con el propósito de repensar las finanzas personales, una experiencia en la que participaron Diana Mondino, economista y directora de relaciones institucionales de la Universidad del Cema (Ucema); Christian Balatti, jefe de product officer de Personal Pay en Telecom Argentina; Nicolás Alsina, líder de consumers de Naranja X, y Matías Manzo, gerente de Prevención Retiro del Grupo Sancor Seguros.

La conversación, moderada por el coordinador del ciclo, Daniel Alonso, apuntó a entender cómo somos los argentinos en el manejo de nuestras finanzas y cuáles son los denominadores comunes que nos caracterizan, como también, a acercar herramientas para mejorar la toma de decisiones, sin perder de vista el contexto.

Identidad financiera

¿Compartimos rasgos comunes en el manejo de las finanzas? Diana Mondino cree que nos caracteriza una tradición conservadora, mezclada con el entorno económico. “En general, en Argentina hay muy poco ahorro, lo cual se debe a dos razones: primero, los salarios en promedio son bastante bajos, y luego, hay toda una prédica a favor del consumo en vez del ahorro, basada en una larga cultura de desilusiones, una incomprensión de los mercados y una dificultad para entender nuevos mecanismos para ahorrar”, explicó.

Eso ha provocado respuestas o decisiones habituales en la dinámica financiera local, como buscar proteger los ingresos a través de un plazo fijo (el peso de la ilusión monetaria) o guardar dólares bajo el colchón. “Somos muy adversos al riesgo”, sintetizó la economista.

Esta idea fue abonada por Christian Balatti desde la experiencia con los usuarios de la billetera virtual Personal Pay. “Hay una cuestión de ir probando opciones financieras muy de a poquito. Antes de usar los recursos que ofrecemos las fintech, hay precaución y prevención para probar nuevas inversiones. Y, contrario a lo que se piensa, las nuevas generaciones no están cambiando este comportamiento. Por ejemplo, el 70% de los jóvenes de 13 a 19 años todavía sigue eligiendo el efectivo como el medio de pago preferido”, señaló.

Desde Naranja X, Nicolás Alsina destacó la influencia del contexto económico y sostuvo que “hay dos ciclos clave: el de lo cotidiano y el de lo imprevisto. Ambos deberían ser planificados. Y hoy las herramientas ayudan a manejarlos. Por ejemplo, cuando se programa la compra de supermercados de acuerdo con descuentos o beneficios”.

Así, entran en juego las motivaciones y los propósitos que tienen las personas con el uso de su dinero. Al respecto, Matías Manzo (prevención retiro) indicó que la previsión del momento de la jubilación también debería ser parte de la planificación, ya que “el ahorro es una cuestión de cultura, en la que juega un papel muy importante la educación financiera”.

Sobre esto agregó: “Tratamos de promover y ayudar a la realización de objetivos a mediano y a largo plazo. Nos paramos como una institución financiera que brinda instrumentos para que la gente pueda desenvolverse de una mejor manera, para mejorar la calidad de vida”.

Formación pendiente y necesaria

La coyuntura sin duda afecta nuestras elecciones financieras. La inflación, la pérdida de poder de compra y la incertidumbre nos exigen una adaptación constante y la búsqueda de alternativas para defender nuestra capacidad económica.

Por lo tanto, es crucial la educación financiera, cultivar hábitos sanos en la gestión del dinero (tanto en el gasto como en el ahorro) y comprender los factores que influyen en nuestras acciones.

La educación financiera se entiende como un conjunto de conocimientos y habilidades que nos capacitan para tomar decisiones fundamentadas y responsables en relación con nuestras finanzas. Desafortunadamente, no está integrada en los programas educativos convencionales, lo cual implica que muchas personas carecen de las herramientas para comprender este universo.

Para Mondino, la educación financiera en los sistemas formales “es tan importante o más, como muchas otras materias, porque permitiría conocer y actuar para no cometer errores” y para entender conceptos económicos y financieros que a simple vista parecen complejos, pero que están presentes en lo cotidiano.

“Deberíamos hablar no sólo de inclusión, sino también de educación financiera, porque eso contribuye al bienestar financiero, pero es un camino que todavía hay que recorrer”, indicó Balatti. En esa línea, explicó que, cuando “el cliente empieza a entender y a demandar productos de ahorro, es fundamental darle tranquilidad respecto de lo que invierte y de que sea un proceso simple”.

Actualmente, muchas billeteras virtuales remuneran el saldo en la cuenta mediante la participación en un fondo común de inversión. “Más del 20% de nuestra cartera de clientes ya lo hace”, comentó.

En el caso de Naranja X, Nicolás Alsina reveló que, tiempo atrás, muchos de los clientes “ni siquiera habían llevado sus depósitos a una caja de ahorro”, por lo que se trabajó para “gene

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